Por fin, llegó el gran día... nuestra visita a las Cuevas de las Ventanas de Píñar, donde nos estaba esperando Coco-chungo para contarnos cómo es la vida en una cueva.
Hicimos nuestros propios pinceles para hacer pinturas rupestres con los colores (rojo, negro y amarillo) sobre unas piedras cogidas de las cuevas.
Subimos en un tren hasta las cuevas y allí pudimos ver cómo vivían, cómo eran sus herramientas, cómo vestían, cómo hacían fuego, ... y un sinfín de cosas que muy amablemente nos contaron los expertos en el tema.
Comimos una rica comida muy bien cocinada, no como los primitivos.
Visitamos los animales que allí cuidan y pudimos ver el vuelo de las aves rapaces, e incluso pudimos darles de comer y hacernos fotos con ellas.
Aprendimos muchísimo sobre nuestro proyecto y lo pasamos genial... ¿qué más se puede pedir?
No hay comentarios:
Publicar un comentario